lunes, 23 de junio de 2008

Algo para Meditar


La felicidad no está ni en el pasado ni en el futuro, es hoy.

La cosa más fácil, equivocarse.
El obstáculo más grande, el miedo.
El error mayor, abandonarse.

La raíz de todos los males, el egoísmo.

La distracción más bella, el trabajo.

La peor derrota, el desaliento.

Los mejores profesores, los niños.

La primer necesidad, comunicarse.

Lo que nos hace más feliz, ser útiles a los demás.

El misterio más grande, la muerte.
El peor defecto, el malhumor.

La persona más peligrosa, la mentirosa.

La mayor satisfacción, el deber cumplido.

El sentimiento más ruin, el rencor.

El mejor remedio, el optimismo.
El regalo más bello, el perdón.
El resguardo más eficaz, la sonrisa.

Lo imprescindible, el hogar.

La ruta mas rápida, el camino correcto.
La sensación más grata, la paz interior.
La fuerza más potente del mundo, la fe.
Las personas más necesarias, los padres.

La cosa más bella de todas, el amor.

El camino de los Sueños

Si recorres el camino de tus sueños, comprometete con él.


No dejes la puerta de salida abierta, con la disculpa de : "esto no es lo que quería"

Esta frase guarda en si misma la semilla de la derrota.

Asume tu camino.


Aunque tengas que dar pasos inciertos.


Si aceptas tus posibilidades en el presente, con toda certeza mejoraras en el futuro.


Pero, si niegas tus limitaciones, jamás te liberaras de ellas.


Afronta tu camino con coraje, no tengas miedo de las criticas de otros.


Y, sobre todo, no te dejes paralizar por tus propias criticas.

El Hechicero

Una leyenda australiana cuenta la historia de un hechicero que paseaba con sus tres hermanas cuando se les acercó el más famosos guerrero de aquellos tiempos.


- Quiero casarme con una de estas tres bellas doncellas - dijo.


- Si una de ellas se casa, las otras vas a sufrir.


- Busco una tribu en la que los guerreros pudiedan tener tres mujeres - respondió el hechicero, apartándose.


Durante tres años, caminó por el continente australiano, sin poder conseguir tal tribu.


- Por lo menos una de nosotras podría haber sido feliz - dijo una de las hermanas, cuando ya estaban viejas y cansadas de tanto andar.


- Estaba equivocado - respondió el hechicero -. Pero ahora es tarde


y transformó a las tres hermanas en bloques de piedra, para que quien por alli pasase pudiese entender que la felicidad de uno n osignifica la tristeza de otros.