jueves, 25 de septiembre de 2008

Revelacion Onirica

Lo último que recuerdo es que me encontraba en mi casa y estaba muy cansado, había tenido un día un poco pesado y no quería saber de nadie hasta el día siguiente, luego, así como si me hubiera desmayado desperté y pasó por mi cabeza la loca idea de que tenía que juntarme con unos amigos porque íbamos a salir, y fue así como en un par de minutos, perdiendo la noción del tiempo fue como me encontraba en un paradero esperando a que llegaran esos amigos a los que se suponía que estaba esperando, no paso mucho tiempo (creo) en que fueron llegando uno a uno, en primer lugar llegó Julio, al rato llegó Mauricio quien venía de la mano con Camila, luego apareció Javier, seguido de Alejandro, y no se cuando ni de donde apareció Felipe, todo fue muy repentino, sabía que esperaba a amigos pero no creí que fueran ellos.
Cuando nos hallábamos todos juntos estuvimos un buen rato platicando acerca de hacia adonde queríamos ir, hasta que se me ocurrió la gran idea de ir a la playa (o en ese momento pensé que era una gran idea), y la respuesta fue una afirmación total, a todos les gusto la idea de ir a la playa, así que nos subimos en una micro que pasaba cerca de donde vive mi hermana Jessica, pero aquí fue donde las cosas se empezaron a tornar raras, bueno, mas raras de las que ya estaban, porque ya desde que me levante sentí que algo andaba mal en mi, tenía un mal presentimiento, pero no sabía que era, pero no le di importancia por el simple hecho de que quería disfrutar con mis amigos el día.
Al bajarnos del bus noté que no estábamos donde deberíamos estar, estábamos varados en un camino interminable, muy bello por lo demás, pero que parecía no tener fin, empecé a pensar que en donde podríamos estar y fue cuando Mauricio empezó a decir que camináramos, que pasara lo que tuviera que pasar, y yo sin preocuparme hice caso y empezamos a caminar, en ese momento note como mi cuerpo iba adquiriendo un gran calor, un sentimiento que pocas veces he sentido, y que cada vez que sucede siempre es cuando estoy compartiendo con mis amigos, aquellas personas a las que no tengo miedo de decir un “te quiero”.
Al cabo de unas largas horas (creo que fueron horas, porque como dije no tenía una exacta noción del tiempo) empezamos a cansarnos y decidimos parar para descansar, ya era de noche y todos estábamos cansados, por lo que decidimos quedarnos allí mismo esa noche y continuar esta extraña aventura a la mañana siguiente, por lo que tomamos un montón de hojas de los árboles que había en el camino e hicimos un gran colchón de hojas donde nos quedamos dormidos.
A la mañana siguiente sentí la necesidad de seguir caminando, por lo que dije al despertar que se levantaran y siguiéramos, lo raro fue que nadie se quejo ni reclamo, sino que todos con buena cara dijeron “adelante”, notaba que algo perturbaba a mi buen amigo Julio, lo notaba en sus ojos, no se que era pero era algo que me llenaba de escalofríos, como si el supiera lo que fuera a pasar, y eso me empezó a incomodar y a dudar de si continuábamos el viaje, de repente Javier empieza a hablarme y me hace reír, olvidando todo lo que me preocupaba (como siempre suele hacer), y seguí marchando junto a mis amigos, llegada la segunda noche de nuestro caminar encontramos un viejo local que aún funcionaba, en el cual nos dieron comida y alojamiento, pero solo aceptamos la comida, con el alojamiento íbamos a hacer lo mismo que la noche anterior, ya que nadie había opuesto resistencia alguna ni había escuchado alguna critica, la noche pasaba y mas que una cena parecía una fiesta, ya que todos reíamos, hacíamos tonteras, Julio y Alejandro estaban obsesionados con una de esas maquinas tragamonedas que suelen haber en negocios, en ese momento, y solo en ese momento logré recuperar la noción del tiempo, eran las 3 de la madrugada, al darme cuenta de la hora que era comenzó a darme mucho sueño, mas que la noche anterior, después de eso lo único que recuerdo es a Camila preguntar si yo estaba bien y Mauricio respondiendo que si, que solo necesitaba dormir.
A la mañana siguiente desperté en donde mismo me había quedado dormido la noche anterior, o sea, la mesa del negocio en el que estábamos, pero nadie mas estaba allí, me encontraba solo y eso me llenó de escalofríos el cuerpo, lo único que atine a hacer fue salir del local y buscar a mis amigos para continuar el viaje, ya que parecía como el camino iba llegando a su fin, sabia que no iba a durar mucho – a si, se me olvido decir que en el momento en que nos bajamos de la micro, además de verse un camino infinito y muy bello, se podía apreciar una hermosa playa en el final -.
Después de mucho buscar decidí entrar de nuevo al local y preguntar a ver si los habían visto, en el momento que abro la puerta todos mis amigos me quedan mirando como si no me reconocieran y Felipe me pregunta que en donde había estado toda la noche anterior, yo no comprendía en ese momento lo que me decía, no entendía palabra alguna, pero después de calmarme y sentarme, mis colegas me dijeron que continuáramos, que nuestro viaje iba a terminar hoy mismo, yo con mucha alegría me puse de pie y emprendimos marcha.
Por lo que me acuerdo no creo que haya pasado mas de una hora antes de encontrar al frente mió el antiguo negocio de mis abuelos, el “Jockey Club”, intrigado, ya que nunca lo había conocido les dije a mis amigos que esperaran afuera mientras yo veía como era su interior, al entrar al lugar sentí una gran fuerza que me llamaba, no sabía lo que era pero me sentí muy intrigado, así que con muchas ganas entre, su interior se hallaba en ruinas, todo deteriorado como si lo hubieran destruido de adrede, y eso me dio mucha rabia, ya que era el pasado de toda mi familia, empecé a observar a ver si veía a alguien, y al no encontrar a nadie decidí subir las escaleras, pero resulta que las escaleras estaban deterioradas por el tiempo, y aunque pude llegar al segundo piso, después me fue muy difícil bajar, ya que la escalera se había roto mientras yo iba subiendo, lo que encontré en el segundo piso no fue muy interesante, solo habitaciones vacías, llenas de telarañas y mugre y los baños, todos horribles, se veía como la cerámica de las paredes había sido removida, como los lavamanos y los sanitarios había sido retirados de sus lugares, como si alguien lo hubiera hecho para ganar dinero con ello, y eso me dio mas rabia aun, así que decidí bajar e ir al patio, fue difícil encontrar una segunda escalera para bajar, pero al llegar al patio una sensación de miedo recorrió por todo mi cuerpo y eso me perturbo muchísimo, en ese momento llamé a Javier y a Alejandro para que vinieran a acompañarme, al llegar me dicen que Felipe se había ido porque se había aburrido de esperarme, no le di mucha importancia en ese momento y les dije que me acompañaran porque había algo que tenía que hacer en el interior del patio, y sin protestar, con una sonrisa irónica en sus caras me acompañaron, en el patio se podía ver el descuido que tenia el lugar, aunque seguía teniendo su esplendor, la hierba estaba muy larga y se notaba el deterioro que la bodega tenía, pero sabia que debía entrar, aunque los 2 que estaban conmigo me decían que no lo hiciera yo solo seguí mis impulsos y entre, sin prestarles importancia a los demás, al entrar en la bodega empecé a mirar a mi alrededor a ver si había algo que me fuese familiar, pero no encontré nada, absolutamente nada, en ese momento sentí como la habitación empezaba a temblar y escuchaba a Javier gritándome desesperado que saliera, mientras que veía a Alejandro acercarse a mi para sacarme de la bodega, resulta que cuando entre a la bodega unas vigas del techo se comenzaron a desplomar, Alejandro entró a la bodega, y lo único que alcanzo a hacer fue empujarme cuando frente a mis ojos todo comenzó a caer, después de eso no volví a saber de el, ya que Javier me tomó del brazo y me llevó a la salida, me empujó hacia a fuera y en un abrir y cerrar de ojos todo el lugar se desplomo, para protegerme Julio me tiró al suelo y se tiró encima mío, menos mal que nada le cayo encima, pero al pasar la catástrofe un gran sentimiento de ira se empezaba a apoderar de mí, y mis amigos veían como este odio, ira y angustia se apoderaban de mi ser, Julio sin palabras, sin gestos, con ese poder e influencia que siempre ha tenido en mi logró calmarme, pero aun así quería venganza y el sentimiento de odio aún habitaba en mi.
Con gran tristeza dejamos el lugar, de 7 que éramos solo continuamos 4, Yo, Julio, Camila y Mauricio, pero al cabo de un rato, Mauricio le dice a Camila que se devuelva porque el viaje puede ser mas peligroso de lo que se imaginaba y Camila agradecida con el le da un beso, le despide de Julio y acerca a mi, yo agacho la cabeza y me susurra al oído: “No dejes que tus sentimientos te consuman” esas palabras me llegaron hasta lo mas profundo de mi ser, y le agradecí por haberme acompañado hasta este punto y que Mauricio tenía razón, que se fuera porque podía ser aún más peligroso, y así fue como en un instante había perdido a otro ser querido.
Mientras caminábamos pensaba en algún significado a las palabras que Camila me había dicho, pero llegó un punto en que algo me pareció muy sospechoso, alguien mas nos estaba siguiendo, miro para atrás y no logro distinguir a nadie mas que mis 2 amigos, en eso, Mauricio y Julio, al unísono me dicen que mire hacia el frente, tenían las caras muy pálidas cuando me dijeron eso, en eso apresuradamente me doy vuelta y allí estaba, era yo, pero a la vez no era yo, sentía una gran fuerza maligna dentro de el (o sea yo), sabia quien era el y porque estaba allí, el era todo lo malo que yo había cosechado en el pasado, todo el odio, ira, furia y miedos que alguna vez sentí en el pasado, estaba aquí y quería una “cita” conmigo, me dio miedo verlo allí, con esa cara de odio, y esa ira a punto de estallar, como la que sentí al perder a mis grandes amigos Javier y Alejandro, en ese momento comprendí todo, y pude pensar con claridad, lastima que fue más lo que pensé que lo que actué, porque en un segundo el sacó de su bolsillo una cuchilla y se la atravesó en la muñeca derecha a Mauricio, en ese momento me di cuenta de un extraño pero a la vez familiar signo que estaba en su muñeca, y a Julio se la atravesó en el pecho, dejándolo sin posibilidad de responder, en ese momento quería reventar, todo el odio que tenia guardado salió a flote, lo único que quería era destruirlo, vengar a todos los que habían tenido que sufrir por el, pero, en ese momento me acorde de las palabras de Camila y empecé a calmarme. Si, mis amigos ya no estaban conmigo, ellos son los que mantenían sellado esos sentimientos amargos, pero aún había algo que perduraría en mi por siempre, los recuerdos, los sentimientos que ellos hicieron brotar en mi a medida que los iba conociendo, esa alegría infinita que me hicieron sentir y que nunca se va a extinguir, ese sentimiento de amistad tan grande que tengo hacia ellos me hizo comprender que no vale la pena tener que pelear, y que si lo hacia, al único que lograría derrotar seria a mi mismo, había dejado que el odio que había guardado por la perdida de un ser querido en el pasado consumiera mi alma aunque yo mismo no me diera cuenta, y eso creo a otro yo, a uno lleno de deseos de matar, lleno de deseos de ver sufrir a los demás, esos sentimientos que a veces pasan por mi mente, pero que se me olvidan de inmediato porque tengo a mis amigos cerca, al pensar en ello y darme cuenta de la verdad, mi otro yo sonrió y sentí como todo cambio, como toda la maldad que sentía en el y en mi iba desapareciendo y como nos íbamos haciendo un solo ser, en ese momento el camino se vio más claro y un destello me hizo cerrar os ojos, al abrirlos estaba en la playa, esa playa hermosa que tanto había deseado ver, y auque mis queridos amigos no estuvieran en cuerpo conmigo se que siempre van a estar conmigo, en mis recuerdos, en mi alma, esos amigos que me hicieron cambiar y que sin ellos no sería nada, en ese momento mi corazón se sentía cálido y una bella música empezó a sonar, al principio no la reconocí, pero era el tema “Time`s Scars” que tanto me gusta…
Luego abrí nuevamente mis ojos, los cuales tenían una gran cantidad de lágrimas, y me di cuenta de lo que había pasado…era solo un sueño, pero uno que me hizo valorar a los grandes amigos que tengo, aunque la tristeza de haberlos perdido por un momento aún la llevaba conmigo, al levantarme sentía una gran energía conmigo, energía que no desapareció ni con una larga ducha helada, esa energía se transformó en alegría, estaba muy contento conmigo mismo por todo lo que he avanzado, y todo gracias a mis amigos, por eso este día sería excelente (aunque no todo fue así), luego de la ducha helada tome una ducha con agua caliente, me vestí, tome desayuno y me fui al colegio muy de prisa, porque quería verlos a ellos, estaba pensando en ver primero a Mauricio cuando de repente lo veo caminando, me acerco a él y lo saludo con un abrazo, aunque eso parece que lo extraño, pero la alegría que sentía era demasiada como para poder retenerla por mucho tiempo…