jueves, 28 de agosto de 2008

La Taza de Té

Un hombre calvo y demacrado se hallaba en su cama, la cara pálida, le habían trasplantado la médula ósea porque tenía leucemia.

La enfermera Hanne Dina se le acercó, lo saludó y le preguntó si quería sopa y él dijo que no, que solo quería dormir.

Al rato Hanne le llevó la medicina y él se la tomó con disgusto y volvió a hundirse en la almohada. Hanne fue a la cocina del hospital preparó para ella una taza de te, preparó una bandeja y colocó la tetera y dos tazas y se dirigió al cuarto del enfermo preguntandole:

¿Lo molesto si tomo el té aquí?

Quisiera ver las noticias acá mientras tomo el té.

Claro que no me molesta respondió.

Ella encendió el televisor mientras le decía:

Traje una taza extra por si quiere té.

Sí, me sirve media taza, por favor, respondió el enfermo.

Al día siguiente Hanne volvió con la bandeja y dos tazas y así lo hizo por una semana.

A los pocos días se fue:

se había restablecido lo suficiente para irse a terminar su convalecencia en su casa.Cuatro meses más tarde Hanne estaba en un centro comercial cuando oyó una voz potente. ¡ Hanne, que gusto de verla".

La enfermera lo reconoció.

Era el enfermo de la taza de té.

Él la abrazó y presentándole a la esposa , dijo:

"Ésta es Hanne, la mujer que me salvó la vida con una taza de té".

Pequeños gestos pueden mostrar grandes amores y grandes simpatías.

No tenemos idea de lo que Dios puede hacer con lo poco que tenemos a mano.

Pueden ser dos panes y dos peces pero con el aderezo del corazón algo milagroso puede suceder. No menosprecies lo poco que tiene y extiéndelo hoy al que está cerca de ti.

viernes, 22 de agosto de 2008

Porque Vales Mucho

¿No crees que sería bueno hacer un inventario de los bienes que has recibido para así vivir con mayor alegría y optimismo? ¿Por qué vivir pensando en el 10% de las cosas que nos hacen sufrir, y no recordar el 90% de las cosas que nos sucede bien? En tu cuerpo hay 800 mil millones de células trabajando continuamente y obrando todas en tu favor y en perfecta armonía.
En tu cerebro tienes 13 mil millones de neuronas trabajando tan sabiamente a tu favor, que si las quisieras reemplazar por la computadora más perfecta del mundo, esas maquina, ocuparía el sitio de un edificio de setenta pisos de alto.
Tienes un corazón que es una maravilla de la naturaleza. Bombea hora tras hora, 36 millones de latidos al año, tras año, despierto o dormido, impulsando la sangre a través de 100 kilómetros de venas y arterias, que llevan más de dos millones de litros de sangre al año.
Tus pulmones son los mejores filtros del mundo. A través de 600 millones de alvéolos purifican el aire que reciben y liberan a tu cuerpo de desperdicios dañinos.
En tus ojos, hay 100 millones de receptores que te permiten gozar de la magia de los colores, de la luz, de la simpatía de las personas y de la majestad de la naturaleza. Eres una persona humana, y el ser humano es el único animal que puede hablar, para calmar al abatido, estimular al cobarde y decir te amo. En tus oídos hay 24 mil millones de filamentos que vibran en el viento, con el reír de los niños, con la suave música de las orquestas, con el trepidar de las aguas espumosas y al escuchar las palabras amables de las personas que estimas.
Tú puedes moverte, no eres un árbol amarrado a una pequeña porción de tierra Puedes pasear, correr, bailar y hacer deportes. Para ello tienes 500 músculos, 200 huesos, 7000 nervios, sincronizados para obedecerte y llevarte donde quiera.
Tu sangre, un formidable tesoro son apenas cuatro litros pero allí hay 22 millones de células sanguíneas, y en cada célula hay más de 10 millones de veces por segundo.Cada día mueren 2 millones de tus células y son remplazadas por dos millones más, es una resurrección que continua desde el día que naciste. En tu cerebro hay 4 millones de estructuras sensibles de dolor, 500 mil detectores táctiles y 200 mil detectores de temperatura...
Ahora pregúntate: ¿Crees que no vale la pena tu vida? lo triste es que dedicamos mucho tiempo pensando en lo que nos hace falta y casi nunca nos detenemos a recordar y agradecer lo muchísimo que poseemos. No solo con respecto a tu cuerpo, aplícalo también a los dones que posees, la familia que te ha tocado, las amistades de las cuales eres dichoso de poseerlas comodidades que disfrutas y hasta las oportunidades que se te han presentado…
¡No veas solo lo que te hace falta, agradece lo que ya tienes! Haz cuentas de tu bienes, y de tus alegrías también no pierdas tiempo haciendo cuentas de tus males.
Colecciona pensamientos alegres y optimistas, y no se te olvide alejar de tu mente esos cuervos asquerosos llamados pensamientos pesimistas y recuerdos tristes y sabes ¿por qué? ¡Porque vales muchísimo!

martes, 12 de agosto de 2008

El Amor Verdadero


Todas las personas del mundo se enamoran: los niños, los adolescentes, los adultos, hasta los mismos ancianos se enamoran y empiezan a amar todo lo que puedan para no morir solos. Pero nosotros nos preguntamos ¿Será este un amor verdadero?
Un amor verdadero es aquel que siempre se mantiene presente, un amor verdadero es cuando tu amas a una persona y te preocupas por el o por ella, tratas de ayudarlo cuando se siente mal o tiene un problema, ir hacia donde esta para hacerle compañía, para que esa persona sepa que nunca esta sola, que siempre va a tener a alguien a su lado que lo va a acompañar en los momentos mas difíciles de su vida.Un amor verdadero es aquel que lo das todo por esa persona que amas, no te importa nada, no importa lo que diga la gente, ni lo que tengas que hacer para que esa persona sepa que la amas.
Uno cuando se enamora se siente libre, se siente una felicidad incomparable, es algo único, es algo inigualable, no cualquier cosa puede superar esa felicidad tan bella que se siente cuando te enamoras.
Cuando uno se enamora siempre quiere estar con esa persona que te atrae, saber que es lo que piensa, conocer su forma ser, saber cuales son sus sentimientos, conocer sus sueños, sus metas, saber como es hasta que la llegas a amar. Si amar se siente tan bonito ¿Por qué algunas personas dicen que el amor no existe? ¿Si el amor es algo tan hermoso porque dicen que no existe?
El amor es uno de los sentimientos más raros pero hermosos del mundo, si tú le preguntas a una persona ¿El amor existe? Y esta te responde NO, eso es mentira porque el amor en verdad si existe, eso lo llevamos en el corazón y es algo imposible de negar cuando sucede.
Cada quien tiene su forma de amar, algunos se aman poco, otros se aman demasiado, otros se dejan querer y otros no.
Las personas dicen que el amor no existe porque cuando se enamoraron no se dejaron querer o amarse. Eso es uno de los errores que cometen las personas, no dejar quererse, dejarse dar un abrazo o un beso, por eso dicen que el amor no existe porque nunca experimentaron que se siente ser querido.
Pero otros si lo hicieron, si dejaron quererse, si dejaron que se les dieran un abrazo o un beso.
Estas personas si experimentaron lo que se siente ser amado o querido, porque un abrazo o un simple beso dice mas que mil palabras.

viernes, 8 de agosto de 2008

La Caña de Bambú

Había un precioso jardín que, nada más verlo, hacía soñar. Estaba allí, junto a la casa del Señor. La puerta, siempre abierta, era invitación silenciosa para todo aquel que deseara encontrar un momento de paz y de sosiego. El mismo Señor acudía todas las tardes a pasear por su jardín.
Siempre se fijaba, era inevitable, en un cañaveral en el que destacaba una preciosa caña de bambú plantada, con sus hermanas, en el centro de un rico conjunto de flores y plantas. Ella y sus compañeras ofrecían, en grupo, un espectáculo peculiar: daban sombra, eran la imagen de la fortaleza y de la grandiosidad de la creación.
Ciertamente, entre todas las cañas hermanas, ella la hermosa caña, llamaba la atención por su esbeltez, altura y elegancia. Toda la gente pensaba que era la preferida del Señor. Le encantaba verla así: más alta, robusta y bella que las demás plantas. Era la más fuerte y recia ante los vientos invernales, e imperturbable ante los calores del verano.
Pronto se dio cuenta de que, ella, la más destacada caña de bambú, era "especial" para el Señor.
Un día se acercó el Señor al jardín y, como siempre, fue a contemplar el hermoso conjunto que formaban las cañas hermanas. Con mucho amor, serenidad y firmeza le dijo a la más esbelta:
- Mi querida caña de bambú, te necesito
Ella no entendía que el Señor se hubiera dignado a dirigirse personalmente a ella. Tampoco comprendía por qué el Señor le había concedido el privilegio de decirle: "Te necesito".
Veía claramente que el Señor le hablaba con un amor especial. Por ello no le costó nada responder:
- Estoy en tu jardín, Señor, soy toda tuya... cuenta conmigo para lo que quieras.
El Señor escuchaba atentamente la respuesta disponible de la vigorosa caña de bambú. No esperaba otra cosa de su planta predilecta. Pero no quería precipitarse en su propuesta, no quería herirla, ni lastimarla. Deseaba proponerle su proyecto de amor, de tal manera, que ella lo pudiera aceptar con la misma ternura que él ponía en sus palabras. Lentamente, como si comunicara un misterio prosiguió:
- Es que, mi querida caña de bambú, para contar contigo tengo que arrancarte.
- ¿Arrancarme? ¿Hablas en serio? ¿Por qué me hiciste entonces la planta más bella de tu jardín? ¿Por qué me hiciste crecer junto a unas cañas hermanas? Por favor, Señor, cualquier cosa menos esto.
El Señor, poniendo más ternura aún en sus palabras, con la serenidad que sólo viene del amor, no retiró la propuesta:
- Mi querida caña de bambú, si no te arranco no me servirás.
Quedaron un largo rato los dos en silencio. Parecía que no sabían qué decir. Hasta el viento detuvo su ímpetu respetando el misterio. Los pajarillos del jardín olvidaron su vuelo y su canto. Lentamente... muy lentamente... la caña de bambú inclinó sus preciosas ramas y hojas, y dijo con voz muy queda:
- Señor, si no puedes servirte de mí sin arrancarme, arráncame.
- Mi querida caña de bambú -añadió el Señor-, aún no te lo he dicho todo. Es necesario que te corte las hojas y las ramas.
- Señor, no me hagas eso. ¿Qué haré yo entonces en el jardín? Seré un ser ridículo.
Y otra vez le dijo el Señor:
- Si no te corto las hojas y las ramas no me servirás.
Entonces el sol, estremecido, se ocultó. Los pájaros huyeron del jardín pues temían el desenlace. Temblando... temblando... la caña de bambú decidida y abandonada sólo pudo decir estas palabras:
- Pues... córtamelas.
Continuó el Señor:
- Mi querida caña de bambú, todavía me queda algo que me cuesta mucho pedirte: tendré que partirte en dos y extraerte toda la savia. Sin eso no me servirás.
La caña de bambú ya no pudo articular palabra. Silenciosa y amorosamente abandonada, se echó en tierra, ofreciéndose totalmente a su Señor.
Así el Señor del jardín arrancó la caña de bambú, le cortó las hojas y las ramas, la partió en dos y le extrajo la savia.
Después la llevó junto a una fuente de agua fresca y cristalina, muy cercana a sus campos. Las plantas de aquellas tierras del Señor hacía tiempo se morían de sed, estando tan cerca del agua. Un pequeño roquedal impedía que el agua llegara a los campos.
Con mucho cariño el Señor ató una punta de la caña de bambú a la fuente, y la otra la colocó en el campo. El agua que manaba de la fuente comenzó, poco a poco, a desplazarse hacia las tierras cercanas, también propiedad del Señor, a través de la caña de bambú.
El campo comenzó a humedecerse y reverdecer. Cuando llegó la primavera el Señor sembró arroz. Fueron pasando los días hasta que la semilla creció, y llegó el tiempo de la cosecha.
Y fue tan abundante que, con ella el Señor pudo alimentar a su pueblo.
Cuando la caña de bambú era alta y esbelta, la más bella de sus hermanas, vivía y crecía sólo para sí misma... hasta se autocomplacía en su elegancia y esbeltez.
Ahora, humilde y echada en el duro suelo del roquedal, se había convertido en prolongación de la fuente de vida que el Señor utilizaba para alimentar su casa y hacer fecundo su Reino.
¿Qué quieres que haga por ti?...
Y tú, ¿qué estás dispuesto a hacer por mí?